La entrada del día de hoy es una
continuación de la recomendación culinaria de la semana pasada; esta vez me
gustaría hablar sobre la diferencia entre lo caro y lo costoso de la diversión.Siempre que uno visita un lugar
de comida, un bonito lugar de convivencia (table dance, cabaret, bar, cantina,
antro, etc.) es recurrente la pregunta ¿Cuánto me voy a gastar? Sin duda, los
poblanos pretenciosos pensarán que todo gira en torno a la definición más pinche
de la economía, “la administración de los recursos escasos”.
La pregunta tiene lugar cuando
los cientos de miles de Godínez quieren disfrutar la vida y la comida en un fin
de quincena[1],
esas semanas dónde las bolsas del pantalón no resisten una entrada más de mano,
esos días en los que las caras grises y viendo al suelo son intolerables de ver
para personas como yo.
Un servidor forma parte de la
cúpula que les arrebató el poder a los morenos[2],
nosotros somos el motor industrial del país, los acaudalados hombres de
negocios y por esta razón no tenemos problema con las temporalidades y
cualquier día es bueno para comer carne Wagyu[3]
No obstante que mi realidad sea
distinta a la que tiene gran parte de los lectores de este blog no significa
que no tenga un sentimiento de misericordia (lástima) por ustedes y los voy a
instruir para sacar el mayor jugo a su presupuesto. Mis recomendaciones son las
siguientes.
Conocer el presupuesto
Sin duda, el primer paso para
aprender a disfrutarla vida es conocer el propio presupuesto. Muchas veces la
necesidad del Godínez por liberarse de las ataduras de la oficina[4]
lo llevan buscar alternativas para comer. Cambiar de rutina es necesario, pero
mi recomendación para este caso es siempre saber cuánto dinero se carga en la
bolsa y sobre todo siempre revisar la carta del lugar antes de entrar. Este
paso puede ser bastante vergonzoso, para algunos, pero es peor ver venir la
moto de los cobradores de Banco Azteca… ¡aguas!
Medir el costo beneficio
Una vez superado el tema del
presupuesto el siguiente paso es darle mayor valor al dinero, este paso sólo se
logra con experiencia y conocimiento, las primeras veces podrán cometer errores
y pagar chelas de 80 pesos hasta descubrir que para emborracharse es más
efectivo un tequila de 80 y tiene más efecto. Un error cometido frecuentemente
es caer en la mercadotecnia de la ola “hípster” e intentar consumir comida “casual”
con un giro gourmet: ejemplo de esto son los food trucks que reniegan de la
comida callejera y llevan las hamburguesas a niveles de comida internacional.
El costo de estos experimentos suele ser muy alto.
Aunado a la comida, podemos
encontrar otros elementos a considerar como el servicio. No hay nada que
arruine más una comida que un servicio deficiente, meseros distraídos, larga
espera de los platillos, bebidas tibias y un largo etc. Un mal servicio puede
convertir un gran corte de carne en suadero. Esto no quiere decir que el trato
para los meseros (argentinos-mexicanos-europeos) debe de ser déspota, el plato
no viene del cielo, así que tengan cuidado o pueden encontrar protagonistas de tukol d en su sopa.
Ladrillos vemos costos no sabemos
Otro elemento a considerar es la
infraestructura. Cuando uno evalúe un lugar tiene que considerar lo confortable
que este sea. Debe existir suficiente espacio entre mesas, que los baños tenga
buenas condiciones de higiene, que la mantelería esté blanca, los cubierto
limpios, etc.
Es una realidad que una comida
buena puede contrarrestar las malas condiciones de un lugar, pero no olviden
que el costo se debe de reflejar en las condiciones del lugar. Existe
últimamente la moda/necesidad/necedad (en las zonas de explosión restaurantera)
de convertir casonas en restaurantes. Esto es sin duda un riesgo muy grande,
muchas de las adaptaciones son desastrosas si nos toca la mesa del último
cuarto, los meseros ahí no llegan. Y sin olvidar que muchas de estas casas se
encuentran en la zona sismológica más vulnerable. Recuerden que esa puede ser
su última comida.
Espacio vital.
El espacio de los centros de
convivencia tiene relación directa con la naturaleza del mismo. Nunca esperen tener
espacio vital en un antro (por eso los odio). En ese tipo de lugares, tareas
sencillas como ir al baño se pueden convertir en verdaderas odiseas. Les
recomiendo saber en que “mood” se encuentran para que identifiquen sus
opciones. En lo personal soy muy antisocial y valoro mucho un buen espacio
entre personas, por eso prefiero cantinas amables en las que se pueda disfrutar
un buen X.O, un Whisky 24 años etc.
Si ustedes gozan la adrenalina y
burlarse de la muerte en su cara hay lugares que ofrecen eso, casas semi
destruidas y bares de 4 pisos que sin duda ponen en a prueba las pulsiones de
sobrevivencia de cualquiera.
Recomendaciones Finales
Aunque las recomendaciones dan
para mucho más, pienso que éstas son fundamentales para distinguir un lugar
caro de un lugar costoso. Nunca se olviden que ustedes deben procurar el valor
de su dinero. Eviten por favor tener amigos “garra”, aquellos que nunca llevan
dinero y buscan un mecenas de la comida y el vino; estos seres evitan que
ustedes se hagan ricos. Eviten, en la medida de lo posible, la valentía de
sacar la tarjeta e invitar rondas, shots y pomos, eso sin duda es un balazo en
el pie. Recuerden que el dinero que hoy regalan mañana necesitarán.
Finalmente recuerden que siempre
habrá una nueva quincena para gastar.
[1]
Para los que no entiendan la quincena es el pago
a empleados, en algunas empresas se considera que un mes se divide en dos
quincenas; La primera quincena dura desde el día 1 hasta el 15, y la segunda
dura desde el día 16 hasta el último día del mes. Esto significa que habrá
quincenas de entre 13 y 16 día. La preocupación del oficinista son los días 13,
14, 28,y 29 de casa mes-
[2] Veáse Camarilla: “Conjunto de personas que influyen
extraoficialmente en las decisiones de alguna autoridad superior o personaje
importante; grupo de personas que acaparan un asunto sin dejar participar a los
demás interesados en él”
[3] Para los nacos el Wagyu (和牛 wagyū?) es, simplemente, "vaca japonesa". Su
carne es muy apreciada por sus características de sabor, terneza y jugosidad,
siendo utilizada para la preparación de platos "gourmet" de alto
costo. Los cortes de wagyu se identifican por su intenso marmoleado, es decir,
la infiltración de grasa en las fibras musculares, lo que entrega sus
particulares atributos de sabor cuando es cocinada. Los costos de un corte de
estas características supera los mil quinientos pesos, o en términos para del
pueblo 150 kilos de tortilla.
[4] En días de quincenas su nivel de empoderamiento es tal
que puede cometer locuras y pagar caro las consecuencias, literalmente.
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