jueves, 31 de julio de 2014

Entre lo Caro y lo Costoso

La entrada del día de hoy es una continuación de la recomendación culinaria de la semana pasada; esta vez me gustaría hablar sobre la diferencia entre lo caro y lo costoso de la diversión.Siempre que uno visita un lugar de comida, un bonito lugar de convivencia (table dance, cabaret, bar, cantina, antro, etc.) es recurrente la pregunta ¿Cuánto me voy a gastar? Sin duda, los poblanos pretenciosos pensarán que todo gira en torno a la definición más pinche de la economía, “la administración de los recursos escasos”.

La pregunta tiene lugar cuando los cientos de miles de Godínez quieren disfrutar la vida y la comida en un fin de quincena[1], esas semanas dónde las bolsas del pantalón no resisten una entrada más de mano, esos días en los que las caras grises y viendo al suelo son intolerables de ver para personas como yo.

Un servidor forma parte de la cúpula que les arrebató el poder a los morenos[2], nosotros somos el motor industrial del país, los acaudalados hombres de negocios y por esta razón no tenemos problema con las temporalidades y cualquier día es bueno para comer carne Wagyu[3]

No obstante que mi realidad sea distinta a la que tiene gran parte de los lectores de este blog no significa que no tenga un sentimiento de misericordia (lástima) por ustedes y los voy a instruir para sacar el mayor jugo a su presupuesto. Mis recomendaciones son las siguientes.

Conocer el presupuesto

Sin duda, el primer paso para aprender a disfrutarla vida es conocer el propio presupuesto. Muchas veces la necesidad del Godínez por liberarse de las ataduras de la oficina[4] lo llevan buscar alternativas para comer. Cambiar de rutina es necesario, pero mi recomendación para este caso es siempre saber cuánto dinero se carga en la bolsa y sobre todo siempre revisar la carta del lugar antes de entrar. Este paso puede ser bastante vergonzoso, para algunos, pero es peor ver venir la moto de los cobradores de Banco Azteca… ¡aguas!

Medir el costo beneficio

Una vez superado el tema del presupuesto el siguiente paso es darle mayor valor al dinero, este paso sólo se logra con experiencia y conocimiento, las primeras veces podrán cometer errores y pagar chelas de 80 pesos hasta descubrir que para emborracharse es más efectivo un tequila de 80 y tiene más efecto. Un error cometido frecuentemente es caer en la mercadotecnia de la ola “hípster” e intentar consumir comida “casual” con un giro gourmet: ejemplo de esto son los food trucks que reniegan de la comida callejera y llevan las hamburguesas a niveles de comida internacional. El costo de estos experimentos suele ser muy alto. 

          Servicio mata comida

Aunado a la comida, podemos encontrar otros elementos a considerar como el servicio. No hay nada que arruine más una comida que un servicio deficiente, meseros distraídos, larga espera de los platillos, bebidas tibias y un largo etc. Un mal servicio puede convertir un gran corte de carne en suadero. Esto no quiere decir que el trato para los meseros (argentinos-mexicanos-europeos) debe de ser déspota, el plato no viene del cielo, así que tengan cuidado o pueden encontrar protagonistas de tukol d en su sopa.

Ladrillos vemos costos no sabemos

Otro elemento a considerar es la infraestructura. Cuando uno evalúe un lugar tiene que considerar lo confortable que este sea. Debe existir suficiente espacio entre mesas, que los baños tenga buenas condiciones de higiene, que la mantelería esté blanca, los cubierto limpios, etc.

Es una realidad que una comida buena puede contrarrestar las malas condiciones de un lugar, pero no olviden que el costo se debe de reflejar en las condiciones del lugar. Existe últimamente la moda/necesidad/necedad (en las zonas de explosión restaurantera) de convertir casonas en restaurantes. Esto es sin duda un riesgo muy grande, muchas de las adaptaciones son desastrosas si nos toca la mesa del último cuarto, los meseros ahí no llegan. Y sin olvidar que muchas de estas casas se encuentran en la zona sismológica más vulnerable. Recuerden que esa puede ser su última comida.

Espacio vital.

El espacio de los centros de convivencia tiene relación directa con la naturaleza del mismo. Nunca esperen tener espacio vital en un antro (por eso los odio). En ese tipo de lugares, tareas sencillas como ir al baño se pueden convertir en verdaderas odiseas. Les recomiendo saber en que “mood” se encuentran para que identifiquen sus opciones. En lo personal soy muy antisocial y valoro mucho un buen espacio entre personas, por eso prefiero cantinas amables en las que se pueda disfrutar un buen X.O, un Whisky 24 años etc.

Si ustedes gozan la adrenalina y burlarse de la muerte en su cara hay lugares que ofrecen eso, casas semi destruidas y bares de 4 pisos que sin duda ponen en a prueba las pulsiones de sobrevivencia de cualquiera.

Recomendaciones Finales

Aunque las recomendaciones dan para mucho más, pienso que éstas son fundamentales para distinguir un lugar caro de un lugar costoso. Nunca se olviden que ustedes deben procurar el valor de su dinero. Eviten por favor tener amigos “garra”, aquellos que nunca llevan dinero y buscan un mecenas de la comida y el vino; estos seres evitan que ustedes se hagan ricos. Eviten, en la medida de lo posible, la valentía de sacar la tarjeta e invitar rondas, shots y pomos, eso sin duda es un balazo en el pie. Recuerden que el dinero que hoy regalan mañana necesitarán.

Finalmente recuerden que siempre habrá una nueva quincena para gastar.

Los quiere, Gibusiness.


[1] Para los que no entiendan la quincena es el pago a empleados, en algunas empresas se considera que un mes se divide en dos quincenas; La primera quincena dura desde el día 1 hasta el 15, y la segunda dura desde el día 16 hasta el último día del mes. Esto significa que habrá quincenas de entre 13 y 16 día. La preocupación del oficinista son los días 13, 14, 28,y 29 de casa mes-
[2] Veáse Camarilla: “Conjunto de personas que influyen extraoficialmente en las decisiones de alguna autoridad superior o personaje importante; grupo de personas que acaparan un asunto sin dejar participar a los demás interesados en él”
[3] Para los nacos el Wagyu (和牛 wagyū?) es, simplemente, "vaca japonesa". Su carne es muy apreciada por sus características de sabor, terneza y jugosidad, siendo utilizada para la preparación de platos "gourmet" de alto costo. Los cortes de wagyu se identifican por su intenso marmoleado, es decir, la infiltración de grasa en las fibras musculares, lo que entrega sus particulares atributos de sabor cuando es cocinada. Los costos de un corte de estas características supera los mil quinientos pesos, o en términos para del pueblo 150 kilos de tortilla.
[4] En días de quincenas su nivel de empoderamiento es tal que puede cometer locuras y pagar caro las consecuencias, literalmente.

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